Es absolutamente vital que el intensificador funcione a la temperatura correcta. Todas las piezas que lo componen son de muy alta precisión. y ajustan entre sí con tolerancias de centésimas y milésimas de milímetro. Una temperatura inadecuada de la bomba causará perjudiciales dilataciones, rozamientos y desajustes entre las piezas, lo que provocará a su vez una disminución drástica de la vida de los consumibles y de todas las piezas del intensificador en general.
Si todo funciona bien la temperatura al tocarlo debe ser mas o menos de unos 40 grados, que es aproximadamente la temperatura del cuerpo humano, o la del agua de una ducha caliente. Al tacto se debe sentir caliente, pero no debe hacernos retirar la mano por calor.
Una temperatura muy baja tampoco es adecuada, y en días muy fríos, se aconseja tenerlo funcionando lentamente en baja presión hasta que coja la temperatura adecuada.
Se aconseja disponer de una buena refrigeración en la bomba que haga que el aceite hidráulico trabaje dentro de los siguientes rangos de temperatura:
• Temperatura de aceite mínima: 25ºC
• Temperatura de aceite óptima: 37º – 45ºC
• Temperatura de aceite máxima: 55ºC
• Temperatura óptima del agua de refrigeración: 18ºC
• Temperatura máxima del agua de refrigeración: 29ºC